Lindsay Gottlieb y Patrick Martin son padres del pequeño Jordan. Este lunes, la familia se disponía a coger un vuelo de Denver a Oakland (Estados Unidos).

Sin embargo, una trabajadora de la aerolínea Southwest no creyó que ella fuese la madre del niño. Por ello, la empleada le pidió a Gottlieb, que es blanca, que demostrara que era la madre de Jordan, de un año, que es mestizo.

La mujer y su prometido, que es afroestadounidense, le mostraron a la trabajadora el pasaporte del bebé. Pero esta prueba no fue suficiente y les pidió tanto el certificado de nacimiento del menor, como ver publicaciones en Facebook.

El incidente finalmente se solucionó, pero provocó que retrasaran su acceso al avión.

Gottlieb es entrenadora del equipo de baloncesto femenino de la Universidad de California y compartió en Twitter su desagradable experiencia:

"Fue degradante e insensible, por no decir ineficaz. Hubiésemos perdido el vuelo si no se hubiese retrasado. Os recomiendo formar mejor a los empleados para evitar que esto le pueda ocurrir a otras personas", publicó.

Por su parte, la aerolínea se disculpó con la mujer por si su conducta había "incomodado a la familia", a través de la emisión de un comunicado.