Amnesia postcoital

La 'amnesia postcoital' no es una enfermedad que afecte al cerebro. Tampoco es un trastorno de la memoria. Simplemente es la capacidad que tienen algunas personas de poder olvidar a alguien segundos después de tener sexo

Seguro que os hapasado. Os tiráis media vida detrás de una persona que pasa de vosotros. Y llegaun momento en que un milagro (o la suerte) hace que por fin se fijenen ti. Todo preparado para esa noche de sexo y amor con la persona que ansías. Pero en un momento dado, y tras un polvo normalito, sales corriendo de lahabitación con intención de no volver nunca.Acabas de encender el chip de la 'amnesia postcoital' en tu cerebro. Tranquilo, esalgo normal, los seres humanos somos así...

Objetivos idealizados

Lo cierto es que laotra parte se queda perpleja cuando, después de unos días, el chico o la chicacon la que te acostaste no da señales de vida. Podríamos decir, incluso, todotipo de insultos y pensar que de nosotros tan sólo querían sexo, Pero las cosasno siempre son así. El ser humano sueletener unos objetivos en la vida: casarse y tener hijos, finalizar lacarrera y hacer un doctorado, ser presidente de su empresa... y tambiénconquistar al ser amado.

Cuando esas metas se ven obstaculizadas por diferentesmotivos nos empeñamos en conseguirlas. Esto, no obstante, depende del grado deorgullo y tenacidad de cada uno. Nos obsesionamos, idealizamos y no vemos más allá delo que nos hemos propuesto. Esto mismo ocurre con las relaciones sexuales oamorosas.

Dioses caídos

Cuando endiosamos aotra persona no vemos sus defectos. De hecho, no nos fijamos en nada más que enlo que tenemos en la cabeza. Al no comparar no puede existir alguien mejor. Todos estos factores propicianla 'amnesia postcoital'.

Al conseguir por fin nuestra meta, podemos observar quelas expectativas o el mundo que habíamos creado en nuestra mente no existen. 'No es el mejor amante en la cama', 'tiene lastetas caídas' o 'le huele el aliento a pozo seco', son motivos que pueden destruirde un plumazo la idealización por el otro ser al que necesitábamos para vivir.Y por eso, después de tener sexo, salimos escopetados.

La mezcla de desilusión yculpabilidad harán mella durante unos días en nosotros, pero lo bueno es que nospermitirá vivir mejor de ahora en adelante. Sin la sombra que oscurecía alresto de personas que nos rodeaba.

Derecho a equivocarnos

La'amnesia postcoital' no es tan mala. Todos tenemos derecho a llevarnosdecepciones. Si ocurre en el caso contrario es un fastidio, pero debemoscomprender que igual nosotros no hemos dado la talla o simplemente que no somossu media naranja. Como diría Jorge, cantante de Maldita Nerea, 'la respuesta no es la huida' pero en estetipo de casos, ¿alguien hizo una pregunta antes?

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