Ron DeSantis, el gobernador del estado de Florida, sigue luchando para poder llegar a presentarse a las elecciones presidenciales de EE UU. Para ello, el republicano no ha dudado en tomar fuertes medidas que han afectado a algunas de las comunidades más desfavorecidas. Es por ello por lo que muchos le han tachado de homófobo y racista. 

En su empeño por "proteger a los menores", no han sido pocas las controvertidas opiniones del político. Ahora, el nuevo 'enemigo' del bienestar de los ciudadanos parecen ser los 'furries'. Esta comunidad, conocida por su afición a disfrazarse de personajes antropomórficos, y especialmente sus reuniones, están en el punto de mira del gobernador.  

Todo ha comenzado a raíz de la ley de Protección a la Infancia, por la cual ha convertido a Megaplex, una de las convenciones 'furry' más importantes de Orlando, a restringir la edad de sus asistentes. De no cumplir la normativa serán culpados de un delito menor de primer grado al "admitir a sabiendas a un niño en una actuación en vivo de un adulto".

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Esta medida ya tuvo como principal víctima los eventos Drags, después de que la comunidad evangélica acusara a las drag queens de ser una exhibición sexual. Este mismo motivo ha sido el que se ha aplicado para los 'furries'. Ante la acción del gobernador, la propia comitiva de Megaplex ha emitido un comunicado a través de su cuenta de Twitter.

"Megaplex no se ha olvidado ni ha abandonado a nuestros miembros más jóvenes del 'fandom' y está buscando opciones para que los eventos y las actividades incluyan a todos los rangos de edad y a sus familiares", han asegurado los directivos del evento.