En ocasiones hay gente que convive durante años en su casa con objetos que ni ellos mismos saben que tienen. Un ejemplo de ello es lo que le ha ocurrido a una mujer de Edimburgo (Escocia), que ha descubierto en su vivienda una botella de hace más de un siglo.

Eilidh Stimpson contrató a un fontanero para que le moviese un radiador. Este cortó el piso y justamente apareció una botella de whisky enterrada 135 años atrás y con un misterioso mensaje en su interior.

Según contó ella para el medio Edinbugh Live, el descubrimiento fue asombroso. "Íbamos a mover un radiador de un lado de la pared al otro. El fontanero vino y comenzó a hacer un agujero y dijo que iba a ser un poco difícil porque había otro piso. Luego bajó las escaleras y dijo: '¡Mira lo que acabo de encontrar en el agujero que acabo de hacer!'. Fue bastante emocionante", ha afirmado.

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Eilidh esperó hasta que sus hijos, de 10 y 8 años, y su marido llegaran del colegio y el trabajo para abrirlo. "Estaban súperemocionados. Cuando los recogí de la escuela les dije 'tengo algo emocionante que contarles', a lo que preguntaron: '¿vamos a tomar hot dogs para el té?' 'Más emocionante que eso,' dije!", explica.

Aunque intentaron "sacar la nota con pinzas y alicates" para no dañar la botella, finalmente tuvieron que romperla. Una vez abierta leyeron el mensaje: "James Ritchie y John Grieve pusieron este piso, pero no bebieron el whisky. 6 de octubre de 1887. Quien encuentre esta botella puede pensar que nuestro polvo está volando a lo largo del camino".