En muchos casos, en la innovación está el éxito. Por eso mismo, Save My Ink Forever, una empresa con sede en Cleveland (Estados Unidos), ofrece un servicio que muy pocos esperaban que fuese posible. Permite a las personas conservar sus tatuajes como obras de arte después de fallecer.

El empresario funerario Michael Sherwood y su hijo Kyle estaba tomando unas copas hace años cuando se les ocurrió esta peculiar idea. Uno de sus amigos expresó su deseo de poder conservar su tinta de alguna forma. Aunque en un principio resultó cómico, finalmente se pusieron a ello.

Idearon una técnica para eliminar y conservar los tatuajes y posteriormente fundaron Save My Ink Forever, donde tratan de hacerlo "de la manera más digna posible" porque creen que "algunas de estas cosas son realmente obras de arte".

"Le da a esa familia otra opción y en lugar de tener solo los restos o el entierro, todavía podemos hacer eso, en realidad tienen una parte de su ser querido. Son obras de arte, y son increíbles los tatuajes que nos hacemos", afirma Sherwood.

Esta empresa, que no quiere revelar detalles sobre el proceso de conservación de los tatuajes, asegura que son los únicos en llevar a cabo un procedimiento tan adecuado para ello. Para obtener el resultado final hay que esperar tres o cuatro meses, cuando los clientes se quedan con una obra de arte similar a un pergamino.

Save My Ink Forever trabaja con funerarias de todo Estados Unidos, a las que envían kits especiales y videotutoriales sobre cómo eliminar los tatuajes para después mandarlo al proceso de conservación, que es secreto.

Mucha gente ha pedido a la empresa la posibilidad de que esos tatuajes conservados se conviertan en portada de libros o pantallas de lámparas. Sin embargo, los Sherwood no quieren porque se trata de cumplir únicamente los últimos deseos de las familias.

En 2018 llegaron a conservar alrededor de 100 tatuajes al año. Desde entonces han ido adquiriendo más relevancia en las redes sociales, por lo que seguramente esa cifra haya aumentado.