La polémica levantada tras la filtración de un vídeo de la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, en el que aparece cantando y bailando en una fiesta privada con amigos, ha generado una reacción en cadena en las redes sociales de muchas mujeres finlandesas, que han decidido salir en defensa de la mandataria.
Bajo la etiqueta "Solidaridad con Sanna" (Solidarity with Sanna) mujeres de Finlandia y también de otros países como Dinamarca han puesto en marcha una campaña en las redes sociales, donde se han grabado bailando y de fiesta como muestra de apoyo a la primera ministra.
"Lo he filtrado yo misma", ha comentado con ironía una tuitera al publicar un vídeo bailando con sus amigos.
Love it! Danish women are posting videos of themselves partying while tagging Finnish Prime Minister Sanna Marin.
— Very Finnish Problems (@VFinnishProbs) August 20, 2022
To show “Solidarity with Sanna” pic.twitter.com/8gsUTuROLJ
In solidarity with Sanna, I will now post this video of myself dropping @misstessowen on the dance floor at her bachelorette party last month pic.twitter.com/djy0NEANPA
— Laura Bassett (@LEBassett) August 20, 2022
Solidarity with Sanna. Happens to all of us. Very secret, stupid, drunk video of me and my friends!!! Leaked it myself.@MarinSanna #Solidarity #workhardpartyhard pic.twitter.com/kpViyRPJD6
— Kadrisant (@KadriVilen) August 20, 2022
Al parecer, el vídeo original fue publicado en un grupo cerrado de Instagram con menos de un centenar de miembros al que pertenece Marin, pero luego alguien lo difundió abiertamente en redes sociales.
Según algunos medios locales, en el vídeo se oye a los asistentes a la fiesta mencionar la palabra "jauhojengi" (literalmente, la pandilla de la harina) y puede dar a entender que en la fiesta se consumió cocaína.
Pronto las redes sociales se llenaron de comentarios de gente indignada que exigía a Marin hacerse un test de drogas, pero también de muchos ciudadanos que no entienden a qué viene esta polémica y están encantados con que su primera ministra tenga también una vida privada y se vaya de fiesta en sus vacaciones.
Una vez desatada la polémica, la primera ministra negó en varias ocasiones haber consumido sustancias estupefacientes y anunció que se ha sometido a un test de drogas "para limpiar su reputación", cuyos resultados se harán públicos dentro de una semana.
"Nunca en mi vida, ni siquiera en mi juventud, he consumido drogas. Ojalá viviéramos en una sociedad en la que se pudiera confiar en mi palabra. Pero como ahora quieren levantar esas sospechas, por eso me hice la prueba", afirmó este viernes en rueda de prensa.
"A mí también me concierne la presunción de inocencia y me gustaría que no se lanzasen estas acusaciones", zanjó la mandataria.
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