El pasado 25 de julio, el vuelo 9351 de la compañía Avianca, que salía desde Medellín, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia. Sus pasajeros, ante la incertidumbre y los estrepitosos ruidos, vivieron unos momentos de tensión hasta que finalmente llegaron a tierra.

Cuando el vuelo se encontraba cerca del aeropuerto de El Dorado, en Bogotá, la compañía recibió una notificación por la que decidieron activar los protocolos de seguridad. El avión presentaba problemas en uno de sus motores, lo que provocó ruidos y turbulencias.

Para realizar ese aterrizaje de emergencia, se aconsejó a los pasajeros que colocasen la cabeza sobre los antebrazos cruzados, además de apoyar estos en el asiento delantero. Las indicaciones, aunque son rutinarias en casos así, alteraron a los pasajeros. 

A pesar de que en un principio se encontraban muy nerviosos, los pasajeros recuperaron el alivio con las palabras de confianza y calma que les transmitió el piloto. 

Uno de esos viajeros decidió grabar esos tensos momentos. "Así es cuando tienes que aterrizar de emergencia porque al avión le falla un motor en pleno vuelo", escribió junto al vídeo que deja ver cómo finalmente rompen a aplaudir por la buena labor.

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En ese mismo vuelo se encontraba Yamit Palacio, periodista que contó a la revista colombiana Semana su experiencia: "Por fortuna el aterrizaje forzoso fue impecable, el capitán transmitió calma y confianza y el personal de a bordo manejó todo con profesionalidad. No hubo ningún episodio de pánico, aunque sí caras de susto y algunas lágrimas. Eso hizo la cosa menos traumática".