Someterse a nuevas tendencias puede salir bien o puede convertirse en un fracaso total. Para Crystal Weinstock ha resultado ser lo segundo. 

Esta mujer de 38 años decidió someterse a un tratamiento de microblanding tras ser aconsejada por sus amigas. Esta intervención, muy popular en el mundo de las influencers, consiste en añadir pigmento en la zona de las cejas para darles forma y que se vean más pobladas. 

Tras la insistencia de sus amigas y familares, Crystal decidió acudir a un estudio para realizarse esta intervención. Pagó casi 333.000 euros por él, con tan mala suerte de que el resultado no fue el esperado.

Así lo expresó en su cuenta de TikTok: "En primer lugar, esto es vergonzoso para mi. En segundo, no es esto lo que pedí". La chica no quiere salir de su casa ni para ir a trabajar. 

Aun con el disgusto encima, intenta buscarle el lado positivo a su desgracia y comenta que usó sus cejas como ejemplo del porqué no hacerse un tatuaje: "Ningún retoque estético vale la pena".

El vídeo se viralizó y muchas chicas se sintieron identificadas y empatizaron con Crystal, mostrándole su apoyo a través de los comentarios.