El día de la boda es uno de los más especiales para las parejas. Los enamorados se enfocan en los preparativos durante meses para que todo salga como desean. Y en ese proceso también entra la contratación del fotógrafo para inmortalizar el momento de la mejor manera. Sin embargo, a veces esas decisiones no salen como los novios esperan. 

Julia Oliver, una novia australiana que se casó en 2018, quedó realmente decepcionada cuando recibió las fotos de su boda. El exceso de photoshop empleado dejó como resultado unas imágenes un tanto extrañas. La chica había observado su rostro y estaba tan sonrojada que incluso se comparó con un demonio. 

Al darse cuenta del resultado, Julia le mandó un correo a Tanya, su fotógrafa, quien quedó totalmente avergonzada por el trabajo entregado. La chica pensó que únicamente había retocado sutilmente la imagen, pero realmente no había sido así. Y no solo había metido la pata con el color. La novia aparecía con dos bocas, con un juego de dientes asomando de su barbilla.

La fotógrafa, gracias a esta anécdota, aprendió una gran lección. A partir de ese momento comenzó a revisar todos sus trabajos más a fondo antes de enviar las fotos a sus clientes, lo que en un principio parece lo más normal. 

Aun así, Tanya quiso explicarse por lo ocurrido: "Estaba editando varias fotos a la vez y sincronicé las ediciones para enviarles a los novios una vista previa". Además, añadió que no revisó "correctamente la foto".

Aunque los hechos ocurrieron en 2018, la historia ha salido a la luz ahora, cuando Tanya lo ha contado en su TikTok dejando pruebas visuales de sus erróneas correcciones.