Unos estudiantes han visto en un objeto tan simple como la cama de un perro la oportunidad para crear un nuevo invento: convertirlo en un sitio de descanso para los humanos. Y así lo han hecho, con intención de alcanzar el máximo descanso posible.

Ha ocurrido en Canadá, donde Noah Silverman y Yuki Kinoshita, dos estudiantes de la Universidad de Columbia Británica, han decidido poner en marcha su idea. 

Ese planteamiento nació surgió inesperadamente cuando ambos se encontraban en una cafetería de Vancouver donde estaba Lady, una gran danés de los dueños del establecimiento. Allí, mientras la perra estaba recostada en su cama, la estudiante se preguntó por qué la gente no debería tener ese mismo objeto.

Aunque parezca a simple vista igual, la Plufl es más cómoda por su gran acolchado y un borde reforzado que permite a las personas recostar su cabeza. Además, tiene otros accesorios como unas correas y una bolsa para su fácil almacenamiento.

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Recientemente fue lanzada en Kickstarter, una plataforma de financiación colectiva, llegando a superar los 25.000 dólares de financiación que se pedían. Está a la venta por 400 dólares, es decir, alrededor de 380 euros, por lo que no es un bien barato.