La ciudad de Nueva York (Estados Unidos) está llena de parcelas insólitas sobrantes de diversos proyectos de construcción, pero ninguna tan pequeña y emblemática como el Triángulo de Hess, una propiedad privada apenas mayor que una porción de pizza.

La historia del Triángulo de Hess comenzó en 1910, cuando la ciudad de Nueva York reclamó el dominio para demoler 253 edificios, entre ellos el Voorhis, un edificio de apartamentos de 5 plantas propiedad de David Hess. 

El empresario y su familia lucharon contra la decisión, pero en 1913 habían agotado todas las opciones legales y tuvieron que ver cómo su propiedad era demolida.

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Sin embargo, en 1928, mientras revisaban los papeles de la propiedad, los herederos de Hess descubrieron que la ciudad se había olvidado de embargar un diminuto corral de la parcela, y rápidamente presentaron un aviso de posesión por ella. Así nació el Triángulo de Hess, la parcela más pequeña de la ciudad de Nueva York.

Con una superficie de solo 0,32 metros cuadrados, el Triángulo de Hess sería invisible a simple vista, si no fuera por el mosaico en blanco y negro que lo decora, en el que se puede leer "Propiedad de los Hess Estate, que nunca se ha dedicado a fines públicos".

Poco después de ser reclamada legalmente por el Patrimonio Hess, la ciudad de Nueva York pidió a la familia que donara la pequeña parcela al público, pero decidieron aferrarse a ella como símbolo de resistencia y desafío.

"Es el pequeño que lucha contra el ayuntamiento", dijo Andrew Berman, director ejecutivo de la Sociedad de Conservación Histórica de Greenwich Village.

En 1938, el Triángulo de Hess fue vendido a la tienda Village Cigars, por 1.000 dólares (933 euros). Puede que no parezca mucho, pero teniendo en cuenta el tamaño de la parcela y la inflación, el diminuto trozo de propiedad valdría actualmente unos 17.000 dólares (15.865 euros); lo que convierte al Triángulo de Hess no solo en el más pequeño, sino en una de las propiedades privadas más caras de la ciudad de Nueva York.