Los teléfonos móviles se han convertido en indispensables en el día a día de las personas. Incluso han llegado a crear adicción en muchos casos, provocando que se cuelen también en el área de trabajo, lo que preocupa a muchos empresarios. Es el caso de un jefe de Wuhan, China, que ha querido implantar una nueva medida un tanto polémica.

Este jefe está convencido de que el bajo rendimiento de sus trabajadores ha bajado debido al tiempo que pasan con el móvil en su jornada. Ante sus sospechas ha decidido implantar una increíble medida: pide a los empleados que, antes de salir del trabajo, le envíen capturas de pantalla en las que se  pueda ver el uso de batería del teléfono.

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Esta decisión ha sido desvelada en las redes sociales por uno de esos empleados, quien ha explicado en qué consiste. Sus seguidores no podían creer lo que estaban leyendo y se pronunciaron al respecto. 

"Es escandaloso, cuando una empresa comienza a hacer cosas como esta, generalmente significa que va cuesta abajo y puede comenzar a planear cambiar de trabajo", comentó una persona , mientras que otro dijo que se trataba de "una clara invasión de la privacidad".

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Tras el revuelo, algunas fuentes chinas revelan que el jefe emitió una explicación en la que desmentía cualquier tipo de violación de la privacidad a sus empleados. Además, dijo que el único fin era que sus trabajadores no utilizasen las redes sociales ni videojuegos en su jornada laboral.