Después de que un terrible tornado en Kentucky (Estados Unidos) derribase el edificio en el que trabajaba, Sonny Gibson se acercó a los escombros en busca de Madix, el gato de su oficina. Aunque no tenía muchas esperanzas, escuchó el leve maullido de su mascota, que había sobrevivido a la catástrofe.

El hombre se acercó a los restos con la esperanza de poder encontrar al felino negro de ojos amarillos que solía saludar a los clientes de su negocio. "No sé cómo algo pudo sobrevivir no sólo al tornado, sino a la destrucción que lo acompañó", declaró a The Guardian.

Sin embargo, mientras caminaba entre las ruinas, escuchó un sonido amortiguado. "Me pareció oír un maullido y pensé que mi mente me estaba jugando una mala pasada, así que grité su nombre y volvió a maullar", detalló ilusionado Gibson.

En ese momento no logró encontrar a Madix, por lo que llamó al resto de empleados y se afanaron en la búsqueda. Finalmente, lo encontraron refugiado en un agujero bajo los escombros y, aunque estaba sediento y hambriento, parecía ileso.

"Fue una sensación increíble ponerlo en mis brazos", se sinceró el hombre que, tras el incidente, decidió adoptarle. "Si los gatos tienen realmente nueve vidas, probablemente él agotó unas ocho en ese periodo de nueve días", concluyó.