En el Australian Reptile Park de Nueva Gales del Sur (Australia) están acostumbrados a 'ordeñar arañas', en un programa que busca usar el veneno de estos artrópodos para fabricar antídotos para su picadura, algo que en ese país salva unas 300 vidas al año, pues su picadura es muy común.
A lo que no están acostumbrados es a recibir ejemplares como el que les fue donado hace unos días, una araña de embudo australiana enorme, el espécimen más grande de este tipo que han tenido nunca, hasta el punto de que podría ser capaz de atravesar incluso una uña humana.
Las arañas de embudo (por la forma de sus telas) suelen medir entre uno y cinco centímetros, pero el ejemplar que les llegó medía ocho centímetros y tenía unos colmillos de casi dos centímetros.
El centro aprovechó la notoriedad de la noticia para animar a los ciudadanos a hacerles llegar los ejemplares que puedan encontrar y capturar de forma segura, para ser 'ordeñados' para extraer su veneno.
Además, han hecho un llamamiento para averiguar quién trajo el bote de cristal con el enorme ejemplar, pues no dio su nombre, porque quieren saber de dónde vino por si pueden encontrar en la zona otros ejemplares de ese calibre.
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