Un joven nigeriano de 26 años, Aliyu Na Idris, ha sido detenido por la policía islámica del país conocida como hisba, tras hacerse viral a finales de octubre por pasear las calles de varias ciudades del país con un cartel dónde ofertaba la posibilidad de comprarle. 

"Este hombre está a la venta por 20 millones de nairas nigerianas (42.000 euros)", se podía leer en la fotografía que recorrió todos los medios locales del estado africano. En un par de entrevistas televisivas, Idris se mostró muy determinado y con un plan de futuro concreto.

"La decisión de venderme se debe a la pobreza", declaró. "Pienso dar a mis padres 10 millones de nairas cuando finalmente consiga un comprador, pagar cinco millones de nairas en concepto de impuestos al gobierno, dar dos millones de nairas a quien me ayude a conseguir un comprador y quedarme con el resto para el mantenimiento diario", explicó. 

Aunque no quedaba muy claro si este pago suponía algún tipo de intercambio de servicios por su parte o se trataría un acto de solidaridad, el joven no ha conseguido aún ninguna oferta convincente. 

La difusión del caso ha sido tan alta que esta semana se ha confirmado que la policía hisba, que actúa en honor al código del Corán, le ha retenido. El joven pasó la noche del martes en el calabazo. "Lo que hizo está prohibido en el Islam, no puedes intentar venderte sea cual sea tu condición o situación", comentó uno de los oficiales la BBC.

Rápidamente las redes sociales advocaron por su libertad, señalando indignados que la detección era innecesaria y que un poco de asesoramiento era más apropiado. Idris, al salir de la cárcel al día siguiente, negó haber sufrido algún tipo de maltrato. Aseguró que le habían predicado la palabra de Dios y dado algunos conejos.

No queda claro si con este arresto policial el joven dejará atrás su iniciativa o volverá a las calles a conseguir un comprador que le solucione la vida a él y a su familia.