El pastor evangélico Huber Carlos Rodrigues, de la ciudad de Goiatuba, en Brasil, firmó en 2008 un documento en el que aseguraba que tras su muerte resucitaría.
Según el documento, a los tres días de morir su cuerpo volvería a la vida. Siguiendo esa promesa, su esposa impidió que fuera enterrado tras su muerte el pasado viernes, a la espera de que este lunes hubiera resucitado.
"Mi integridad física tiene que ser preservada por completo, ya que estaré muerto por tres días, y al tercer día, resucitaré. Mi cuerpo durante los tres días no tendrá mal olor ni se descompondrá, porque Dios mismo habrá preparado mi carne y mi cerebro para pasar por esta experiencia", decía el documento firmado por el pastor.
La voz se corrió y cientos de personas se arremolinaron en torno a la funeraria donde estaba el cuerpo, a la espera de presenciar el milagro prometido, que debía haber ocurrido a las 23.30 horas. No ocurrió.
La familia del difunto y las autoridades locales llevaban tres días de tira y afloja, pues las leyes locales exigen el enterramiento temprano por motivos sanitarios.
Multidão se reúne na porta de funerária no interior de Goiás para aguardar ressureição de pastor.
— Metrópoles (@Metropoles) October 26, 2021
Huber Rodrigues deixou documento assinado em que dizia que ressuscitaria às 23h30 desta segunda-feira (26).
Por volta das 0h, corpo foi colocado em carro funerário para o velório. pic.twitter.com/sfPGZqQZ08
Así, pasadas las doce de la noche el cuerpo fue metido en un coche fúnebre para su traslado a un velatorio y posterior entierro.
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