Si hace tan solo unos días la organización Récord Guinness entregaba el certificado a la navaja más grande del mundo, este lunes ha otorgado el título de revólver más pequeño del planeta a una mini pistola suiza que pesa menos de 20 gramos y mide 5,5 cm de largo y 1 cm de ancho.
Swiss Mini Gun, como se llama la empresa que fabrica este arma, usa tecnología similar a la de relojería suiza para fabricar el diminuto aparato. En su web oficial vende por el módico precio de 6.000 euros la pistola en un pack que incluye 24 cartuchos y una elegante funda de cuerdo.
Es tan fácil de ocultar que su venta ha sido prohibida de Estados Unidos y Reino Unido. En teoría, tiene que funcionar igual que un revólver de doble acción de tamaño normal para recibir el Récord Guinness, por lo que también puede llegar a ser igual de peligrosa.
Sin embargo, los fabricantes niegan que las diminutas balas puedan conseguir herir a nadie. "La potencia de la mayoría de las pistolas de aire comprimido o de balines, que están en muchos países a la venta libremente, puede superar en más de 10 veces la potencia de nuestra munición", explica la página web de Swiss Mini Gun.
Expertos en armas aseguran que podría causar daño de verdad si un tirador muy experto dispara con la más absoluta precisión a zonas muy sensibles o finas del cerebro.
Ante esta posibilidad tan remota, muchos prefieren bromear asegurando que comprar esta arma es la forma más cara de luchar contra las cucarachas e insectos del hogar.
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