
Un hombre ruso ha sido condenado a tres años y medio de prisión por 'torturar' psicológicamente a sus vecinos durante dos años, en los cuales no les dejó descansar por medio de altísimos ruidos que provocaba de madrugada.
Todo comenzó cuando Yuri Kondratyev, de 47 años, de la ciudad de Nizhni Nóvgorod, se quejó por los ruidos que hacía durante el día el hijo de sus vecinos. Como la resolución del asunto no le convenció comenzó en 2018 su venganza: poner de madrugada y a un alto volumen ruidos de caballos galopando.
Obviamente, eso no solo afectó a los vecinos que tenían al niño, sino también al resto de la comunidad.
Desesperados, los vecinos comenzaron a poner denuncias ante la policía y otras instituciones e incluso intentaron que fuera ingresado en un centro psiquiátrico. La respuesta de Yuri fue no pagar las multas y meter a los vecinos en sus buzones un informe psiquiátrico que le declaraba apto y sano.
Después de más de 80 denuncias de sus vecinos la gota colmó el vaso y en diciembre del año pasado fue detenido por la policía y ahora una sentencia le ha condenado a los 3,5 años de prisión por incumplir la ley que castiga los daños mentales y físicos a terceros.
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