Las patosas y accidentadas maniobras de una conductora que no logró aparcar su coche en un hueco enorme

Aparcar es, sin duda, una de las cosas más difíciles de conducir, especialmente si es en paralelo. Y es que, por muy grande que sea el hueco, se puede hacer complicado controlar la dirección de las ruedas y calcular el espacio que hay entre tu coche y los contiguos. Y si no, que se lo pregunten a Lisa Berry, una conductora que quería aparcar en High Street, en la ciudad británica de Margate, cuando vio, después de varios golpes a su vehículo y a los que tenía delante y detrás, que no era capaz y decidió desistir.
El fallido intento de aparcamiento de una conductora en la ciudad de Margate (Reino Unido). 
Aparcar es, sin duda, una de las cosas más difíciles de conducir, especialmente si es en paralelo. Y es que, por muy grande que sea el hueco, se puede hacer complicado controlar la dirección de las ruedas y calcular el espacio que hay entre tu coche y los contiguos. Y si no, que se lo pregunten a Lisa Berry, una conductora que quería aparcar en High Street, en la ciudad británica de Margate, cuando vio, después de varios golpes a su vehículo y a los que tenía delante y detrás, que no era capaz y decidió desistir.
El fallido intento de aparcamiento de una conductora en la ciudad de Margate (Reino Unido).
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Aparcar es, sin duda, una de las cosas más difíciles de conducir, especialmente si es en paralelo. Y es que, por muy grande que sea el hueco, se puede hacer complicado controlar la dirección de las ruedas y calcular el espacio que hay entre tu coche y los contiguos.

Y si no, que se lo pregunten a Lisa Berry, una conductora que quería aparcar en paralelo en High Street, en la ciudad británica de Margate, cuando vio que no era capaz. Por muy amplia que fuera la plaza, se le complicaron las maniobras y vivió toda una odisea para aparcar, aunque ni siquiera lo terminó consiguiendo.

La mujer vio el hueco frente a un restaurante KFC y comenzó a intentarlo, pero se le fue un poco el acelerador y chocó con el coche de delante. Al tirar hacia atrás, giró demasiado y golpeó también el de detrás.

Después, casi lo tenía aparcado, solo le faltaba enderezarlo un poco, pero ese poco se convirtió en demasiado con sus maniobras. Así que terminó desistiendo y se marchó de allí.

Entonces, uno de los transeúntes que había presenciado el intento fallido de aparcamiento le hizo una foto a su matrícula y a la de los coches golpeados, pues parece que quería dar parte de lo sucedido a los afectados.

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