Como cada año, la primavera es la época de cría de las ranas y sapos en Estonia, pero este año en la capital, Tallin, han tomado una decisión diferente para garantizar la seguridad de estos anfibios a pesar de lo que perjudique a las personas.
Las autoridades de la ciudad han decidido cerrar por las noches una de sus carreteras por la que pasan miles de ranas y sapos para que puedan llegar a los estanques donde crían sin peligro de ser atropellados.
Otros años, eran los voluntarios los que se encargaban de transportar a los animales salvando a decenas de miles de estos anfibios, incluidos unos 2.000 durante 2020. Pero este año, las restricciones por la Covid han impedido que lo puedan volver a hacer, por lo que el cierre temporal de la carretera ha sido la solución para que las ranas y sapos continúen con su proceso de reproducción, tal y como ha informado Reuters.
"Las ranas estaban aquí antes que la carretera. Ahora los estanques donde se reproducen están a un lado de la vía y su lugar de hibernación está al otro. Así que se ven obligadas a cruzar", explicó Kristel Saarm, voluntaria del Fondo Nacional de Estonia.
Mientras utilizan esta solución temporal, las autoridades de Tallin estudian construir un túnel subterráneo para que puedan cruzar o instalar un estanque en el lado en el que hibernan para que no tengan que pasar por la carretera.
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