Rusty es un perro mezcla de pastor alemán y catahoula que llevaba 419 días en la Sociedad Protectora de Animales del Centro de Texas a la espera de una familia que le acogiera en su hogar. 

Rusti fue abandonado siendo un cachorro por su dueño original, que alegó que era "hiperactivo". Ahí empezó un vagabundeo por diversas asociaciones hasta que llegó al refugio de Texas donde estaba. 

"Durante los siguientes meses, Rusty se deprimió y se sintió frustrado, lo que hizo que se comportara mal en su perrera y fuera muy reactivo con otros perros", dijo la Sociedad Protectora de Animales del Centro de Texas en un comunicado.

En noviembre de 2020, Rusty fue adoptado y el personal del refugio creyó que finalmente había encontrado su hogar para siempre, pero solo un mes después, lo enviaron de regreso al refugio por ser "destructivo". 

Así que le incluyeron en un programa de reeducación donde "Rusty era, con mucho, una de las superestrellas del grupo, aprendiendo todos los comandos y prestando mucha atención a su entrenador", según los informes del refugio. 

Después de exhibir cambios de comportamiento positivos, Rusty conoció a una pareja en marzo, que decidió adoptarle, según informaba la KWTX.

Sin embargo, después de solo un día los dueños devolvieron al perro a la Sociedad Protectora de Animales del Centro de Texas porque, según los informes, era "demasiado trabajo" para los nuevos dueños. Ahora Rusty sigue a la espera de encontrar un hogar.