La Tierra esconde innumerables paraísos y uno de ellos es una impresionante playa de arena negra que cuenta con enormes trozos de hielo reluciente y que, como no podía ser de otra forma, se ha convertido en una de las atracciones preferidas por los turistas.
Como recién sacada de una película, la conocida como Playa de los Diamantes, situada en la costa sur de Islandia, a unas seis horas de la capital, Reykjavik, toma su nombre de los trozos de hielo que se encuentran esparcidos sobre la arena volcánica negra y que, con el efecto del sol, parecen diamantes gigantes sin tallar.
La playa se encuentra junto a la laguna glaciar Jökulsárlón, que está repleta de enormes trozos de hielo que se desprenden continuamente del glaciar de salida de Vatnajökull, el casquete glaciar más grande de Europa.
El tamaño de los 'diamantes' puede variar desde ser tan grandes como la palma de una mano, hasta ser más grandes que una persona. De la misma manera, el color varía desde el azul profundo hasta el blanco brillante, pasando también por tonos turquesas.
Además de los trozos de hielo en forma de diamante, la playa se caracteriza por ser diferente cada día pues, a medida que el hielo se derrite y se arrastran nuevos trozos a la tierra, el lugar se convierte en un paisaje distinto con el paso de las horas.
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