La leyenda de que los perros y los gatos se llevan mal es infundado, y prueba de ello es una historia que ha enamorado a Internet. Su protagonista es una perra llamada Kona y dos gatitos, Chester y Blair.

Los hechos ocurrieron en Nueva York. Los dueños de Kona compartieron en Instagram las imágenes de la perrita, acurrucada con los dos gatos. Los felinos fueron encontrados en el patio trasero de la casa de los dueños de Kona en diciembre cuando apenas tenían entre 10 y 12 semanas.

Según Bored Panda, la familia de Kona lleva acogiendo animales abandonados desde hace tiempo, pero la relación de la perra con Chester y Blair es especial: "Creo que tal vez sintió que estos dos eran mucho más reservados y subsocializados", dijo a este medio Asa, la dueña de la perra.

"Los tengo durante seis semanas y todavía se escapan de mí, pero con Kona, se acercaron hacia ella en el momento en que la vieron. Blair solía tratar de que Kona la amamantara las primeras dos semanas. No estoy segura de si era la forma de Blair de encontrar consuelo en este nuevo entorno, pero Kona se acostó pacientemente y la dejó mordisquearla", explica Asa.

El primero en llegar fue Blair, el atigrado. Un día después llegó Chester, el pelirrojo. Según relata Asa en Instagram, Kona ha ayudado a los gatitos a hacerlos más sociables.

"En la última semana, comenzaron a comer comida de mi mano, ronronear cuando los acariciaba, quedarse dormidos cerca de mí e incluso jugar justo frente a mí", dice la propietaria.