Muchas veces los niños nacen con ciertos dones, cuando los descubren (si es que llegan a descubrirlos alguna vez) pasan años formándose y aprendiendo sobre esa habilidad en la que despuntan. Pero de cuando en cuando aparecen niños como Graham Shema, que esos años de estudio los convierte en meses y hace que todo parezca fácil.

Este niño ugandés de tan solo 7 años ya sabe pilotar en perfectas condiciones un avión pero a los tres ya apuntaba alto, sabía resolver problemas de matemáticas y ciencias complejos para niños más mayores. La historia está arrasando internet y la agencia Reuters ha decidido viajar para visitar al pequeño.

Tanto es el alcance de las altas capacidades de Graham que los periódicos locales y las televisiones que viajan para entrevistarle ya usan el título de Capitán para dirigirse al niño.

Su obsesión por los aviones apareció cuando tenía tres años y fue por culpa de un accidente. Un helicóptero de policía pasó por el barrio del pequeño, voló tan bajo que acabó rompiendo el techo de la casa de su abuela y a partir de ahí "algo cambió en su mente", explica su madre, Shamim Mwanaisha. 

En 2019 pudo ingresar en una academia de aviación y a los cinco meses ya hacía prácticas en avión. Su ritmo de aprendizaje está tan fuera de lo común que solo le bastaron unas pocas semanas para convertirse en un niño prodigio de la aeronáutica. Por culpa de la pandemia ha tenido que frenar las prácticas pero no su aprendizaje. Sigue estudiando teoría y poniéndose a prueba gracias a las gafas de realidad virtual.

Su figura de referencia y quien le ayuda a seguir estudiando es Elon Musk, como él mismo explica. Su sueño es conocerlo, viajar al espacio con él y que darle un apretón de manos. Quién sabe si Graham volverá a ser noticia en varios meses.