La generosidad de ciertas personas nos deja, a veces, abrumados. Una mujer de 89 años se ha encargado de hornear cientos de pasteles para donarlos a las familias con dificultades cuyos hijos no reciben comidas escolares gratuitas.

Flo Osborne comenzó con esta bonita tarea durante el confinamiento con el objetivo de ayudar a las personas más vulnerables de su comunidad y, ahora, ha ampliado sus esfuerzos para apoyar la iniciativa de Marcus Rashford, que busca ayudar a los niños en edad escolar que dependen de las comidas gratuitas.

La mujer paga todos los ingredientes para hacer los pasteles. Se levanta al amanecer y comienza su tarea, horneándolos en su pequeña cocina. La idea de compartir las tartas procede de su hijo Graham, propietario del hotel y restaurante Samuel Pepys, ubicado en Harwich (Inglaterra).

Graham se ofreció a ayudar a preparar comidas como respuesta a la campaña comunitaria North Essex support team (NEST), iniciada por el bombero Les Nicoll, que ayuda a cuidar a las personas mayores y vulnerables que no han podido salir de su casa debido a la pandemia de Covid-19.

El hombre le dijo al bombero que su madre podría hacer "un pastel de cerezas" y Flo se convirtió en la repostera más mayor de la campaña, produciendo alrededor de 20 pasteles cada 15 días. Los pasteles son divididos en 16 porciones y sus sabores van desde cereza dulce y manzana, hasta bistec salado.

"Vi la campaña en las noticias y pensé 'eso es encantador'", comenta Flo. "También me encantaría ayudar a los más pequeños. Incluso he estado pensando en hornear pasteles en miniatura para los niños", añade.

Desde principios de abril, la mujer ha donado casi 200 pasteles y está aumentando su producción esta semana para ayudar a alimentar a las familias durante el semestre escolar. El bombero describió a Flo como "un sueño absoluto" y añadió: "Todos a los que les entregamos comida reciben una porción del pastel de Flo". 

Desde el comienzo del confinamiento, NEST ha entregado casi 5000 comidas a personas que atraviesan dificultades. El impulsor de la campaña se mostró muy descontento con el gobierno al haber retirado las comidas gratis, a lo que definió de "vergüenza" y expuso que el dinero se ha desperdiciado cuando podría haberse invertido en alimentar a los niños.