Un edificio de correos en la ciudad de Schweinfurt, en el centro de alemania, tuvo que ser evacuado al completo, con sus sesenta empleados, después de que se descubriera un paquete sospechoso con un insoportable olor. 

"Debido al contenido desconocido, inicialmente no estaba claro si el paquete sospechoso presentaba un riesgo mayor", explicó un comunicado del departamento de policía de la ciudad. 

"Doce trabajadores postales que se quejaron de náuseas tuvieron que ser atendidos", dijo la policía en Schweinfurt, que informó de que seis de ellos fueron trasladados al hospital como medida de precaución.

La inspección del paquete reveló que contenía cuatro frutas durián tailandesas, una variedad de fruta grande, espinosa en su cáscara, que un residente de la ciudad de 50 años había enviado a casa de un amigo en Nuremberg.

La fruta durián, de sabor muy dulce, desprende un olor nauseabundo, motivo por el cual en muchos países del sudeste asiático está prohibido llevarla en ascensores, transporte público y lugares cerrados. 

Sin embargo, tras comprobar que el paquete no era peligroso más allá de su olor apestoso, el servicio de correos de Schweinfurt cumplió con su deber y entregó la fruta a su destinatario.