Cuando el personal de la Arizona Humane Society recibió un animal la pasada semana, no podían diferenciar de qué especie se trataba. Era una auténtica masa de pelo gris y blanco. Su dueño había muerto y había estado desatendido, hasta que fue rescatado.
Finalmente, y tras una sesión de peluquería en la que se le retiró nada menos que 1 kg de pelo, surgió un precioso gato que ha sido bautizado com Fluffer.
Por fortuna, el gato, que pesa sin pelo 3,6 kg, está completamente sano.
Fue puesto en adopción por los responsables de la protectora y en apenas dos días, ya ha encontrado un hogar.
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