Cinco objetos que tienes en tu cocina (y pueden convertir a tus hijos en pequeños artistas)

as manualidades estimulan la destreza manual, la creatividad y la capacidad de concentración de los más pequeños.
as manualidades estimulan la destreza manual, la creatividad y la capacidad de concentración de los más pequeños.
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as manualidades estimulan la destreza manual, la creatividad y la capacidad de concentración de los más pequeños.

Cuando de manualidades se trata no hay nada escrito. Hilos, recortes de tela, papeles de colores, plastilina… las opciones son tantas como la imaginación, y en muchas ocasiones ni siquiera es necesario una gran inversión en materiales, pues los objetos cotidianos que tenemos en casa, como los que se recogen a continuación, pueden convertirse en la mejor materia prima para los más peques de la casa.

Pasta: macarrones, pajaritas, espirales e incluso espaguetis. Cualquier tipo de pasta es susceptible de convertirse en un collar, en un marco de fotos o incluso en un broche para el pelo. Con un poco de colorante y agua se puede teñir la pasta de diferentes colores y crear coloridas combinaciones.

Pinzas de tender: ya sean de colores o de madera (se pueden pintar mucho mejor), las pinzas de tender permiten crear guirnaldas, salvamanteles para la mesas (separando las dos partes de la pinza y pegándolas en forma de circunferencia), un soporte para los auriculares (enrollando el cable en la parte superior y sujetando los auriculares con la pinza), e incluso una pizarra de labores de casa, en la que cada pinza lleve escrita una tarea y se coloque a un lado o a otro si ya se ha realizado o toda está pendiente.

Periódicos antiguos: desde enrollarlos y convertirlos en una especie de mimbre con la que realizar una caja o cesta hasta crear una corona de flores de papel, el periódico es un elemento muy versátil en lo que a manualidades se refiere. Otra opción es cortarlo en tiras y mezclarlo con agua hasta que quede una pasta homogénea que luego se puede moldear como si de arcilla se tratase. Un poco de cola blanca y algo de pintura le darán el toque final a la creación.

Envases de yogur: un teléfono con hilo, portalápices, portavelas, maceta para ver cómo crecen las legumbres… darles una nueva vida a los vasos de yogur es bien sencillo, solo es necesario un poco de pintura, pegatinas y papeles de colores. También se pueden utilizar como molde para helados (clavando un palo de madera o cuchara en su interior y cortando el plástico con cuidado una vez se haya congelado y se vaya a comer), unos bolos caseros (uniendo dos envases y rellenándolos con arroz), crear unos prismáticos o un juego de encestar pegando un hilo con pequeña pelota al final.

Sal: además de pintarla con tizas de colores y rellenar un bote de cristal con distintas capas de colores, a base de sal, agua y harina se puede crear una pasta muy similar a la plastilina (una taza de sal, una taza y media de harina y una de agua) que, una vez modelada, se puede hornear a unos 100 grados para que se quede rígida. 

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