El confinamiento ha obligado a muchos deportistas a alejarse de las competiciones, para aliviar la frustración, consiguen mantener sus rutinas diarias haciendo ejercicio en casa. Sin embargo, un escalador británico ha ido un paso más allá, para motivarse, ha simulado escalar el monte Everest utilizando una escalera.
John Griffin, de 53 años, no solo ha ido contabilizando los metros de altura, sino que ha llegado a simular los últimos metros de ascenso hasta la azotea de su casa como si hubiera llegado a la cumbre del pico.
Griffin afirma haber ascendido el equivalente a 8.850 metros, la altura del techo del mundo, en su piso de tres plantas en West Essex.
La iniciativa también ha servido para recaudar dinero para una ONG que tiene varios comedores sociales, según la prensa local.
Griffin ha señalado que aunque ha sido un gran esfuerzo, "no es nada" comparado con el "incansable" trabajo de los sanitarios contra la pandemia.
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