Cantan una saeta a un perro que estaban paseando durante la cuarentena: "No lo bajes más que está cansado"

En estos tiempos de cuarentena y reclusión, ha quedado claro que en España a humor no nos gana nadie. Pensando en una previsible cancelación de Semana Santa, en Cádiz, han decidido cantar saetas a los perros que salen acompañados de sus dueños para amenizar sus paseos.
En estos tiempos de cuarentena y reclusión, ha quedado claro que en España a humor no nos gana nadie. Pensando en una previsible cancelación de Semana Santa, en Cádiz, han decidido cantar saetas a los perros que salen acompañados de sus dueños para amenizar sus paseos.
En estos tiempos de cuarentena y reclusión, ha quedado claro que en España a humor no nos gana nadie. Pensando en una previsible cancelación de Semana Santa, en Cádiz, han decidido cantar saetas a los perros que salen acompañados de sus dueños para amenizar sus paseos.
En estos tiempos de cuarentena y reclusión, ha quedado claro que en España a humor no nos gana nadie. Pensando en una previsible cancelación de Semana Santa, en Cádiz, han decidido cantar saetas a los perros que salen acompañados de sus dueños para amenizar sus paseos.

Los aplausos de agradecimiento, la gimnasia colectiva en los balcones, conversaciones entre vecinos o pequeños conciertos en las ventanas son algunas de las formas que están teniendo los ciudadanos de entretenerse y entretener a su vecindario durante la cuarentena por el coronavirus. Pero si hay un lugar donde este divertimento se puede traducir en una saeta, ese es Sevilla.

Un tuitero compartió un vídeo de su calle donde un vecino interpretó este canto religioso, pero se lo dedicó a un perro que estaba siendo paseado por su dueña. El hombre improvisó magistralmente una saeta sobre estas mascotas que se han convertido en la excusa perfecta para que sus dueños salgan a la calle sin miedo a ser multados.

"Que está cansado de estar en la calle, animalito. Sube el perro, no lo bajes más que está cansado", cantó el hombre entre quejíos. Mientras lo interpretaba, la mujer que estaba paseando a su perro se reía y el resto de vecinos gritaban "olé". Y, al terminar, la calle se deshizo en aplausos y vítores por el gran arte del autor.

Sin duda, ante una previsible cancelación de Semana Santa, este hombre hará que su calle de Sevilla no se quede sin su tradicional festividad.

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