El pasado domingo, la familia Sanderson, de Brentwood (California), tuvo un accidente que podría haber sido mortal de no haber ido en un coche automático de Tesla. Los padres estaban yendo de vacaciones con sus hijos a Dorset, un pueblo en el estado de Vermont, cuando un roble de 400 años cayó sobre ellos a causa de la tormenta Dennis que tuvo lugar el pasado fin de semana en Estados Unidos.

Laurence y Anna, y sus tres hijos, Max (12 años), Isabella (9) y Rex (3), iban en su coche modelo X de Tesla, que vale más de 100.000 euros. Al detectar el árbol, el piloto automático accionó los frenos de emergencia evitando que cayera sobre ellos. En dirección contraria venía otro coche modelo X, curiosamente, que también fue aplastado por el gigantesco roble. Afortunadamente, su Tesla reaccionó del mismo modo y salvó la vida de los tres pasajeros que había dentro.

"Gracias a Elon Musk y Tesla. Nuestro modelo X ha salvado mi vida, la de mi esposa y la de mis tres hijos. Un árbol ha caído hoy sobre nuestro coche. El piloto automático se puso en marcha y nos salvó", tuiteó Laurence Sanderson el día del accidente.

"Un segundo más y habríamos sido aplastados, ya que no habría sido capaz de reaccionar a tiempo. Sin duda, el coche nos salvó la vida. Habríamos muerto sin él", declaró a Mirror el padre, quien considera que lo que pasó fue un milagro. "No puedo creer que todos sigamos vivos. Elon Musk nos ha hecho sentir orgullosos".

"Mi esposa tiene algunas heridas, dos ojos morados, un golpe en la cabeza y moratones en el pecho. Pero, aparte de eso, salimos ilesos", explicó Laurence. "Fue un caos con el humo saliendo del coche y la gente gritando para poder salir. Las personas del otro vehículo vinieron a ayudar a sacar a los niños, fue una reacción asombrosa".

"Una increíble posibilidad entre un millón: otro coche Tesla modelo X también fue golpeado al otro lado del árbol. La Policía me ha dicho que los tres pasajeros están bien, así que literalmente ocho vidas se han salvado gracias a este asombroso coche", apuntó el padre.

"Otra pareja que vio lo que pasó, Tony y Olga, nos llevaron a su casa y mantuvieron a los niños entretenidos y les dio de comer" añadió Laurence, que estaba muy agradecido a todas las personas que les ayudaron entonces.

Tras esta experiencia, es posible que la familia Sanderson sea la que más confía y valora en el piloto automático de Tesla, pues sin duda mejora la seguridad al volante. Y es que el coche tiene ocho cámaras externas, un radar, 12 sensores de ultrasonidos y un potente ordenador a bordo para potenciar la seguridad y guiar al conductor.