El el hambre de este leopardo lo llevó a arriesgar su vida para poder comer. Quizá, al tratarse de un felino, se pensaba que tenía siete vidas y no le importó perderla, porque le quitó la comida directamente de la boca a un cocodrilo.

Según informó New York Post, este suceso fue grabado por la camarógrafa Nicole Dangoor en el Parque Nacional de South Luangwa, Zambia, al sur de África. En el vídeo se ve cómo el leopardo se aprovecha de que el reptil está dormido para arrebatarle la carne de antílope que tenía en las fauces.

El felino le quita una de las piezas y, movido por el éxito de su primer intento, regresa para repetir su captura. Casi al final del vídeo, el cocodrilo abre los ojos pero, bien por piedad o bien porque aún está algo dormido, le deja llevarse un segundo trozo.

Pero lo cierto de esta historia es que el leopardo no fue el que robó la comida, sino que fueron dos cocodrilos los que lo hicieron. "Vimos un leopardo cerca de uno de los ríos más pequeños donde descansan los cocodrilos", contó Nicole Dangoor, que estuvo esta noche observando la fauna durante horas. "De repente, dos cocodrilos se acercaron y le robaron la carne. Entonces, el leopardo siguió al cocodrilo tratando de recuperar su carne".

"Los cocodrilos mantienen la carne en la boca porque el leopardo les tiene más miedo, pero se arriesgó a ser comido", explicó la camarógrafa, que aseguro que después volvió a ver a ambos animales peleando por la carne. "Esto muestra lo brutal que es la naturaleza y cómo todos pueden valerse por sí mismos", añadió.