A pesar de que esta historia se dio a conocer hace un tiempo, se ha vuelto a viralizar en redes ahora, tras conocerse que el hombre se encuentra en silla de ruedas y que, a pesar de ello, sigue manteniendo la rutina de dormir junto con la figura de su mujer. 

Este ciudadano vietnamita llamado Le Van, se casó con su mujer en 1975. Sin apenas conocerse, los padres de ambos firmaron la celebración de la ceremonia sin importarles la casi inexistente relación entre ellos.  A pesar de que esta historia se dio a conocer hace un tiempo, se ha vuelto a viralizar en redes ahora, tras conocerse que el hombre se encuentra en silla de ruedas y que, a pesar de ello, sigue manteniendo la rutina de dormir junto con la figura de su mujer. 

A pesar de que esta historia se dio a conocer hace un tiempo, se ha vuelto a viralizar en redes ahora, tras conocerse que el hombre se encuentra en silla de ruedas y que, a pesar de ello, sigue manteniendo la rutina de dormir junto con la figura de su mujer. 

Una vez emparejados, se conocieron en profundidad y se enamoraron el uno del otro, llegando a tener siete hijos. Hasta aquí nada lejos de lo habitual, especialmente en estos países, pero un día al volver del trabajo en 2003, recibió la noticia de que su mujer había fallecido. 

Tras el trágico hecho, Le Van se pasaba día y noche en el cementerio, junto a la tumba de su esposa, llegando incluso a dormir junto a sus restos a la intemperie. Pero pronto la lluvia y el frío hacían más complicada la tarea de descansar juntos, por lo que decidió crear un túnel que terminase al lado de la lápida.  

Los hijos se dieron cuenta pronto de lo que estaba pasando y le prohibieron a su padre seguir durmiendo en el cementerio, lo que provocó que el marido terminase por encontrar la solución final a sus deseos. 

Le Van llegó a la conclusión de que la mejor manera de poder dormir junto a su pareja era construyendo una figura de una mujer a partir de yeso y arena, que dentro contuviese los restos de los huesos que se encontraban en la tumba. Y así lo hizo. 

Acudió al cementerio, recogió los restos y los introdujo en la figura que había creado. Y desde ese día hace 16 años, todas las noches la coloca junto a su cama y se tumba a dormir con ella. 

Tanto sus hijos como la propia policía han intentado convencer al hombre para que entre en razón, pero no da su brazo a torcer y alega que es incapaz de superar su muerte, por lo que la única manera que tiene de consolar su dolor es de esta forma.