La joven activista Greta Thunberg navega viento en popa, literalmente, pues los vientos le son favorables, hacia Lisboa a bordo de La Vagabonde, el catamarán que la lleva hacia la Cumbre del Clima. Lleva 17 días de navegación sorteando tormentas en el Atlántico y ya está a la altura del archipiélago de las Azores, bordeando una gran tormenta y ya a tan sólo unos 1.500 km de tierra firme. 

Cuando recale en Lisboa, aún le quedarán unos 600 km por tierra hasta Madrid, donde el día 2 comienza la Cumbre del Clima. Es difícil que la joven activista medioambiental, de 16 años, llegue a tiempo para el inicio de la cumbre, pero si todo va bien, probablemente llegue antes del 13 de diciembre, cuando se clausurará el encuentro mundial sobre el calentamiento global. 

Este más de medio mes de navegación ha sido complicado, con olas de varios metros, frío y mucha rutina. 

"Los días están empezando a desdibujarse en uno. Nuestras rutinas diarias son las mismas. Una vez al día nos reunimos los seis y cenamos. Y por supuesto La Vagabonde es un barco vegetariano", escribía el día 9 de navegación.

La adolescente mata el tiempo "escuchando audiolibros, jugando al Yatzy [un juego de dados], haciendo de canguro [hay un bebé a bordo] y escuchando las interminables discusiones sobre el tiempo", según ella misma contaba, junto a fotos de baja calidad a causa de las restricciones de datos, pues las conexiones se hacen con un teléfono satélite.