Betty, una perrita de cinco meses encontrada a las afueras de Bratsk, en Rusia, y puesta bajo el cuidado de un refugio local, fue inicialmente rechazada por las familias que buscaban adoptar un perro debido a su inusual aspecto.

Tal y como cuenta odditycentral.com, cuando los cuidadores en el refugio Dobrie Ruki, en la ciudad rusa de Bratsk, vieron las arqueadas cejas negras de Betty por primera vez, estaban convencidos de que alguien le había hecho una broma cruel al pobre animal al habérselas pintado.

De esta forma, le dieron un buen lavado, pero las cejas no desaparecieron, por lo que, finalmente, se dieron cuenta de que el perro había nacido con ellas. Se trata de un caso de pigmentación natural, pero es realmente único.

"Es un caso de pigmentación de pelo que no depende de una raza. Es como una marca de nacimiento, podría volverse un poco más sutil con los años, pero nunca desaparecerá", aseguró el veterinario Nadezhda Grozetskaya a BST Bratsk.

"Llevo trabajando en el refugio mucho tiempo, pero jamás vi algo así", agregó Olesya Novopoltseva, voluntaria de Dobrie Ruki.

Uno pensaría que una perra de aspecto único como Betty haría que la gente hiciera cola en el refugio para adoptarla, pero en realidad, sus cejas arqueadas asustaron a la gente hasta el punto de optar por no hacerlo. Afortunadamente, los trabajadores del lugar no se dieron por vencidas con ella y, después de publicar fotos de Betty en las redes sociales, lograron encontrarla dueña.

"En realidad, cuando vi una publicación sobre ella prometí que se convertiría en mi perro", aseguró Oksana, la persona que ha adoptado al can. "Ahora se llama Betty y es increíblemente inteligente, ya se hizo amiga de mi gato", cuenta.

Poco después, publicó las fotos de la perrita, originalmente llamada Frida, como tributo Frida Kahlo y sus icónicas cejas gruesas, y éstas se volvieron rápidamente virales. En Instagram, Betty ya tiene más de 1.500 seguidores.