El truco para recuperar el pan duro y que quede como recién salido del horno

El pan es uno de los alimentos básicos en todos los hogares, por lo que es muy común que se adquieran barras de pan diariamente que, en muchas ocasiones, no se consumen enteras y acaban en la basura porque el pan se queda duro. 

Sin embargo, antes de desperdiciar comida y tirar el pan duro a la basura, se pueden seguir algunos trucos para conseguir que el pan quede como recién salido del horno, de manera muy fácil y rápida.

Pasos para recuperar el pan duro

Existe un truco muy conocido para conseguir que el pan vuelva a ser comestible y deje de estar duro. Lo primero que hay que hacer es coger la barra de pan y humedecerla por los lados, para que se ablande un poco antes de seguir con el procedimiento. 

Después, habrá que precalentar el horno a una temperatura de 230ºC y, cuando haya llegado a esa temperatura, se introduce la barra en el horno y se deja unos 5-10 minutos, dependiendo de si nos gusta más o menos tostado. 

Al sacar la barra del horno, se comprobará que esta vuelve a estar de nuevo sabrosa y, en caso de que se haya tostado, puede estar incluso crujiente. Es recomendable comer el pan cuando todavía está caliente, algo que va a hacer que no se tire ni se desperdicie comida.

Reutilizar el pan duro en diferentes recetas

Además de recuperar el pan duro en el horno para comerlo de forma habitual, también se puede aprovechar y evitar tirar comida realizando con ello algunas recetas típicas de nuestra gastronomía. 

Por ejemplo, se puede hacer una receta te pudin, un postre típico que utiliza pan duro como base. Lo mismo sucede con las torrijas o con las conocidas como bolas o rellenos, que se añaden al cocido madrileño.

Más fácil todavía: el pan duro puede hacerse rebanadas, que se introducen en la tostadora y se convierte en un buen desayuno con tostadas. También se puede trocear el pan duro y añadirlo como picatostes en una ensalada o en un puré, entre otras cosas.