Trey Parker y Matt Stone, creadores de la serie de animación 'South Park', compraron hace poco más de un año el restaurante Casa Bonita, un local emblemático de Colorado, Estados Unidos. Pero las cosas no han ido según lo planeado.
Este es un lugar que no solo les trae buenos recuerdos de su infancia, sino que además ha aparecido en varias ocasiones en su serie. Tiene incluso su propio capítulo, titulado 'Casa Bonita', en el que juega un papel fundamental. Este estrecho vínculo fue lo que, en 2021, les llevó a comprar el edificio, cuando sus dueños se declararon en bancarrota por efecto de la pandemia de coronavirus.
Aunque ha pasado casi un año desde la compra, los creadores de 'South Park' aún están lejos de saber cuándo podrán abrir. En una entrevista con The Denver Post, Parker y Stone reconocieron sentir cierto arrepentimiento por la adquisición, diciendo que no tenían idea de en qué se estaban metiendo cuando emprendieron el proyecto.
“¿Alguna vez has visto 'Kitchen Nightmares' ('Pesadilla en la cocina')? Es el peor de esos de lo que puedas imaginar”, dijo Parker. Desde hace meses, Casa Bonita ha sido un lugar en construcción, con un equipo de unas 80 personas trabajando para intentar remediar el edificio, que según Parker y Stone había sido severamente descuidado por los anteriores dueños. Se encontraron con fallos en la estructura que supondrían un riesgo a la seguridad de los clientes.
Aunque su serie sigue siendo un éxito y tienen ganas de empezar otros proyectos, Parker y Stone no pueden invertir en otros asuntos. “No nos queda dinero. Todo va a Casa Bonita”, dijo Parker.
El restaurante Casa Bonita, un clásico en Colorado
Pero, ¿qué era Casa Bonita? Se trata de una antigua cadena de restaurantes de entretenimiento de temática mexicana, que se originó en la ciudad de Oklahoma. La de Lakewood, Colorado, fue la última sede en abrir, en 1974.
El restaurante estaba incluido dentro de un complejo de fantasía. Se trataba de una réplica de un pueblo mexicano, ambientado en una "fiesta", con espectáculos de marionetas y caricaturistas, un monstruo holográfico en el fondo de un pozo de los deseos, una cueva embrujada, una constante música de mariachi y otras locuras.
Mientras disfrutaban de estos entretenimientos, los comensales degustaban la variedad de comida mexicana del restaurante. Lo más conocido de la Casa Bonita era, sin duda, su buffet libre de sopapillas, un pan frito servido con miel que servían a demanda.
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