Qué son los guachinches, los tesoros tinerfeños que guardan la auténtica gastronomía canaria

Comer y viajar todo es empezar. Vale que el dicho popular no es exactamente así, pero en las fechas del año que nos encontramos, es posible que ambos placeres sean nuestros favoritos en los ratos libres. 

Cualquier destino es bueno para escapar de la rutina del día a día y y desconectar en unas más que merecidas vacaciones. Y allá donde vayamos, conocer la comida autóctona es casi casi una obligación. 

Si tu próximo objetivo es el archipiélago canario tendrás en mente las papas 'arrugás' y el queso herreño como esos productos de la tierra que pase lo que pase no puedes dejar de comer. Pero hay mundo más allá. 

Un paraíso por los cuatro costados 

Viajar a las Canarias es un acierto seguro. Si su clima subtropical y lo increíble de sus paisajes han conquistado desde siempre a turistas nacionales e internacionales, en los últimos meses se han convertido en un auténtico paraíso. 

Desde Navidad, pasando por Semana Santa y llegando al puente de mayo... ¡quién no quería viajar a las islas! La seguridad y la tranquilidad que se respira en el ambiente unido con ser una de las comunidades autónomas con menos restricciones durante el Estado de Alarma han hecho de este archipiélago el destino en mayúsculas. 

Si bien cualquiera de sus islas tan similares y diferentes entre sí son un auténtico remanso de naturaleza y paz, Tenerife es uno de los grandes destinos del archipiélago. 

El mar y la montaña más profunda, lo árido de un terreno volcánico y la naturaleza en vivo, su tranquilidad, sus gentes, su calidad de vida... y su gastronomía. 

Viajar a Canarias siempre significa comer papas con mojo -un tópico que nos encanta-, pero viajar a Tenerife supone al menos una visita obligada a un guachinche. 

Bueno, bonito y barato

Algo así podría ser la definición de un guachinche a grandes rasgos. Se trata de restaurantes familiares ubicados principalmente en el norte de Tenerife donde degustar auténtica gastronomía canaria casera con un vinito de la tierra. Y a un precio asequible para todos los públicos. 

Lugares autóctonos en mitad de un monte o una  platanera donde, en lo más recóndito encontrarás un salón o restaurante que te ofrecerá la esencia pura de la gastronomía tinerfeña. 

Facebook / El Cubano

La Orotava, Santa Úrsula o La Matanza son algunos de los pueblos donde donde encontrar estos lugares de decoración exótica y peculiar donde, nada más sentarte, recibirás casi por arte de magia un vasito de vino de la tierra. 

Habitualmente, el vino que sirven en botellas de cristal es de cosecha propia, por lo que la temporada de apertura de estos locales con mucho encanto suele coincidir con la disponibilidad de la cosecha de su propio vino -que suele ser de octubre a abril-.

Guachinche o 'Watching ye'

Cuenta la leyenda que esta palabra canaria que tan bien suena y tanto nos gusta repetir viene de la expresión inglesa 'I'm watching you' (te estoy viendo). Cuando en el siglo XVII los viticultores del norte de esta isla canaria comenzaron a cultivar su propio vino, los dueños de las viñas ofrecían muestras de su producto por los caminos a comerciantes ingleses buscando exportar su producto a Inglaterra. 

Estos comerciantes repetían constantemente a los viticultores lugareños la expresión 'I'm watching you', que de manera coloquial acabaría siendo un 'watching ye' como advertencia de que les estaban vigilando para que, la muestra que les ofreciesen, fuese realmente de su propio viñedo. 

Para acompañar el vino y conquistar así a los exigentes representantes británicos, las esposas de los viticultores ofrecían comida típica de la tierra. Y en torno al vino, la comida típica lugareña y el 'watching ye' nacieron los ahora denominados guachinches. 

Qué se come -y se bebe- en un guachinche

No esperes encontrar un código QR ni una carta en un guachinche. No existe más menú que el que te cante el camarero suponiendo tres o cuatro opciones de platos. Eso sí, las cantidades son generosas. 

Facebook / El Cubano

Por lo general en estas joyas que conservan la auténtica gastronomía tinerfeña podemos encontrar papas con mojo verde rojo -como no podía ser de otra manera-, puchero de verduras y distintos tipos de carne como cerdo o pollo, carne fiesta, que es carne de cerdo marinada, conejo salmorejo, que se cocina en salsa con vino blanco y especias, o costillas con papas. 

Y para beber no hay mucha duda, ¿no? Antes de que te de tiempo a sentar en culo en una de sus destartaladas sillas ya va a tener un vaso de vino de su propia cosecha en la mano. Y nos encanta la gastronomía tradicional de la Tenerife profunda.