La gastronomía, una vía para socializar y conocer gente: "Muchas personas vienen solas a los talleres y hacen amigos"

Taller de cocina.
Taller de cocina.
izusek / iStock
Taller de cocina.

Dice Alex Villar que una de las cosas que le han conquistado de España es que, absolutamente todo, se celebra alrededor de una mesa. "Si lo piensas todo lo bueno se celebra en una mesa: una boda, un cumpleaños, una celebración, un aumento de sueldo... todo se festeja a la mesa con comida, bebida y familia", asegura el cofundador de The Cooking Clubhouse, un espacio donde la gastronomía no solo se come.  

Después de haber vivido por el mundo en países como Canadá, México, Dinamarca, o Suecia, Alex y su socio Eric Belli eligieron España como el lugar perfecto donde desarrollar un proyecto con mucho amor a la gastronomía: The Cooking Club House. 

"En sí, a primera vista somos una escuela de cocina, porque cuando vienes aquí nuestro equipo te enseña a cocinar, pero lo que queremos hacer sobre todo es darle un enfoque del carácter social que tiene comer y beber. En un país como España disfrutamos mucho de la comida, no en otros países que comen por necesidad", asegura Villar sobre este proyecto donde la gastronomía es el hilo conductor y grandes historias.  

La gastronomía como hilo conductor

Aparentemente, The Cooking Clubhouse puede parecer una escuela de cocina dedicada a amantes de la gastronomía amateur enfocada a pulir técnicas, aunque nada más lejos de la realidad. A pesar de que, por supuesto tiene una parte divulgativa, el objetivo de The Cooking Clubhouse es crear experiencias -tanto para cocinillas como para los que no han cogido una sartén en su vida-, y establecer relaciones alrededor de la gastronomía. Dicho en otras palabras, una experiencia divertida y buenrollera donde compartir momentos con personas que no conoces. 

"En un país como España disfrutamos mucho de la comida, no en otros países que comen por necesidad"

"Tenemos un público muy amplio donde encontramos familias con niños pequeños, despedidas de soltero, parejas mayores, empresas… Especificar el target es difícil porque tenemos personas de todo el mundo y de todas las edades", aseguran desde este local.  

Según explica el cofundador sobre el público de este nuevo concepto, "hay muchísima gente que viene sola, es sorprendente, porque si lo piensas en como raro llegar a un sitio donde no conoces a nadie y estar solo, pero como trabajan en parejas no hay problemas. Al principio igual cuesta un poco, pero luego con ayuda del vino la experiencia se relaja y todos mejores amigos". 

Desde fuera, el equipo de The Cooking Clubhouse observa cómo la gente se relaja alrededor de una cocina y acaban formando lazos de lo más curiosos: "A medida que avanza la clase la gente se va relajando, y 4 de 5 veces casi el grupo entero se va a continuar la fiesta en otro sitio; a cenar, a tomar algo… han hecho piña las últimas tres horas y quieres seguir compartiendo tiempo juntos", asegura Alex Villar. 

Una actividad para todo tipo de público

Las puertas de The Cooking Clubhouse están abiertas para todo tipo de personas, de cualquier país, edad, raza o condición. Arrancaron el negocio en agosto de 2022, por lo que los cursos de verano estaban destinados a atraer a público extranjero, aunque actualmente podemos encontrar talleres prácticamente a cualquier hora el día.

"Tenemos dos modalidades: por un lado los eventos privados, que mayoritariamente son empresas y reservan el espacio para sus empleados, y luego la venta libre, que las personas pueden reservar asientos y coincidir con otras personas de otras ciudades como Nueva York, Barcelona, Londres… Llegas a una experiencia donde no conoces a nadie, pero a través de nuestros profesores que ejercen de anfitriones, empiezas a generar vínculos alrededor de la cocina", asegura Villar. 

Y si la comida es un buen hilo conductor para establecer nuevas relaciones, la bebida lo es más: "He de decir que el hecho de que sea maridaje de vino sin fin ayuda mucho porque la gente se suelta rápido. Durante una hora y media los profesores te van guiando con las recetas de los platos de una manera muy desenfadada y divertida. Queremos que las personas disfruten de la cocina porque para muchos cocinar es un deber, pero también puede ser un placer", asegura el cofundador.

"El hecho de que sea maridaje de vino sin fin ayuda mucho"

Aunque arrancaron con un taller de arroces que se hace por la mañana y uno de tapas que se hace por la noche, Alex asegura que "dentro de las próximas semanas vamos a lanzar un taller de coctelería que se hará por la noche y un taller de brunch, que sería por las mañanas. El siguiente proyecto será de cocina internacional, que arrancaremos en verano y la intención es que cambie cada dos meses. Por ejemplo dos meses de comida mexicana, dos meses de comida tailandesa, dos meses japonesa… y así ir cambiando". 

Sobre los profesores de The Cooking Clubhouse, Villar enfatiza en, además de su talento culinario, su capacidad de liderar equipos y generar un ambiente agradable donde la gente disfrute: "Son todos chef profesionales de los que un gran número han estudiado en el Basque Culinary Center, y son profesores muy buenos, pero también es importante que sepan ser anfitriones. Yo puedo enseñar a alguien a hacer una receta, pero no a preparar un buen ambiente". 

'Team building' gastronómico

Cada vez son más locas y divertidas las actividades que buscamos para hacer piña, ya sea con tu equipo de trabajo, para un cumpleaños, una despedida de solero o de casado..., y si no reparamos a la hora de acudir a un scape room o a un paintball, ¿por qué no disfrutar alrededor de un taller de cocina?

"Casi la mitad de nuestros clientes son empresas que vienen enfocadas a hacer actividades de team building y por suerte tenemos un local muy grande que nos permite hacer eventos corporativos potentes", asegura Alex, quien confiesa que normalmente estas empresas no tiene nada que ver con el sector gastronómico. 

"Casi la mitad de nuestros clientes son empresas que vienen enfocadas a hacer team building"

Tal y como explica Villar, "empresas como Amazon, Pfizer o Boeing, por ejemplo, hacen eventos corporativos y muchos repiten, porque lo que necesitan las empresas, sobre todo después del coronavirus, es hacer equipo. Son empresas que no tienen nada que ver con el mundo de la gastronomía, pero que les gusta la experiencia". Y es que claro, a veces hay que añadirle sal a la vida. Literal y figuradamente. 

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