De gambas y setas, de trufa, de chorizo con mascarpone o incluso dulce, el risotto es uno de los clásicos dentro de la gastronomía italiana. Es un plato tan agradecido que se puede hacer casi con cualquier cosa, lo que lo convierte en uno de los favoritos de los comensales. Su ingrediente principal es el arroz, aunque en este caso hemos querido dar valor a su protagonista secundario: el ajo negro.
El ajo negro no se distingue mucho del ajo blanco tradicional, pero sí cuenta con alguna peculiaridad. Para empezar, este alimento parte del ajo tradicional, que tras un proceso de elaboración, principalmente la fermentación, el ajo cambia de color. Esto además, multiplica algunas de las propiedades beneficiosas que el ajo tradicional aporta al organismo.
Así, el ajo negro se puede convertir en un aliado perfecto en la cocina. Aparte de risottos, puede acompañar prácticamente cualquier plato de pasta, se puede utilizar para dar sabor a las pizzas o incluso para mayonesas. Además, también combina muy bien con guisos como el de alubias, o con pescados y carnes, dando un toque diferente a las recetas.
Ingredientes
Para elaborar este delicioso plato tan solo necesitarás:
- 700 ml de caldo de verduras
- 1 cabeza de ajo negro
- 1 cebolla pequeña
- 40 g de mantequilla
- 200 g de arroz para risotto (arborio o carnaroli)
- 50 ml de vino blanco seco
- 60 g de queso parmesano rallado
- Sal (opcional)
Elaboración
Comenzaremos pelando y picando la cebolla en brunoise fina y la pocharemos en una olla usando la mitad de la mantequilla. Seguidamente, trituramos los dientes de ajo junto con el caldo de verduras y lo agregamos a otra cacerola, manteniéndolo caliente.
Cuando la cebolla esté pochada, añadimos el arroz y sofreímos un minuto. Agregamos el vino blanco y dejamos que se reduzca el alcohol antes de empezar a añadir el caldo. Esto se hará como un risotto tradicional, cazo a cazo, sin añadir el siguiente hasta que el arroz haya absorbido todo el caldo.
Durante todo el proceso removemos para que el arroz suelte su almidón. Una vez pasados unos 18 minutos, añadimos el parmesano rallado y el resto de la mantequilla. Por último, corregimos el punto de sal si fuera necesario y dejamos reposar unos minutos antes de servir. Decoramos con unas lascas de parmesano y a ¡disfrutar!
Propiedades del ajo negro
El consumo de ajo negro no está muy extendido en España, pero cuenta con numerosos beneficios para la salud, algunos compartidos con el ajo blanco tradicional. Entre ellos destacan la prevención de enfermedades cardiovasculares, además de un aporte importante de vitaminas, minerales y aminoácidos. Así, favorece la formación y reparación de huesos, articulaciones, tendones o ligamentos.
Igualmente, gracias a que es rico en vitamina C es un buen antioxidante. A esto le acompaña que es un alimento que favorece la circulación, previniendo la migraña, así como un potenciador del sistema inmunitario, en concreto aumenta la proliferación de linfocitos.
Su valor nutricional por cada 100 g es de:
- 192 kcal
- 37,2 hidratos de carbono
- 9,3 g de proteínas
- 0 g de grasas
- 1,7 g de fibra
Comentarios
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