Decir turrón es decir Navidad. Si hablamos de turrones, necesariamente tenemos que hablar de los de Jijona (el blando) y Alicante (el duro). Son los más clásicos y tradicionales de entre toda la variedad de este producto que puede encontrarse en todas las mesas durante estas fiestas.
Pero hace mucho que los turrones dejaron de ser cosa de dos. Un día asomaron los turrones de coco, yema, frutas y guirlache. Fueron la avanzadilla de lo que venía a cambiarlo todo: el turrón de chocolate. El éxito de este entre los más pequeños de la casa fue inmediato y finalmente se ha impuesto como el más vendido.
Claro que el de chocolate tiene muchas versiones. Una de ellas lleva arroz inflado, esa cosa crujiente que tanto gusta a los peques. Hacerlo en casa es fácil.
Turrón de chocolate y arroz inflado
Ingredientes
Chocolate negro o con leche de cobertura (300 gramos): 1,50 euros (tableta de 200 gr, 1€)
Arroz inflado (75 gramos): 0,35 euros (paquete de 500 gr, 1,55€)
Manteca de cerdo o mantequilla buena (50 gramos): 0,30 euros (tarrina 400 gr, 2,05€)
Sal
Elaboración
En el microondas fundimos el chocolate: muy poco a poco o en un cazo con un cuenco al baño maría.
Con el chocolate aún caliente, echamos la manteca y la fundimos.
Añadimos el arroz inflado y una pizca de sal. Removemos.
Pasamos la mezcla a un recipiente de silicona o en un tupper de plástico duro forrado con film transparente.
Alisamos con la espátula y luego damos unos golpecitos sobre la encimera para que se asiente y se reparta.
Metemos el molde en la nevera (al menos 2 horas).
Desmoldamos el turrón y lo dejamos en la nevera hasta el momento de consumirlo (lo sacaremos 20 minutos antes).
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