Si eres un amante repostero, seguro que el bizcocho es una de esas elaboraciones que primero aprendiste a preparar por su sencillez y versatilidad, y es que ¿quién puede resistirse a un bizcocho casero?
Sea cual sea tu bizcocho favorito y por muy perfeccionada que tengas la receta, seguro que en ocasiones acabas descubriendo pequeños errores en el resultado final como que el bizcocho no ha subido todo lo que esperabas, se ha encogido, se ha quedado más compacto de lo que esperabas, se ha agrietado, ha crecido de forma irregular, o tiene manchitas blancas, cuestiones que, por suerte, tienen solución.
¿Te ha pasado que al sacar el bizcocho del horno tiene manchitas blancas en la superficie que no identificas? Tranquilo, tu bizcocho está en perfecto estado. Todo tiene una explicación.
Azúcar sin disolver
Cuando encontramos pequeñas manchas blancas en nuestro bizcocho, no quiere decir otra cosa que el azúcar no se ha disuelto como debería haberlo hecho.
¿Cómo podemos evitar que esto ocurra? Solo tienes que tener en cuenta dos cosas: cuándo y cómo añadir el azúcar a la mezcla.
Para que esto no ocurra, el azúcar se debe añadir poco a poco a los huevos batidos. Además, es importante batir entre tanda y tanda hasta que veamos que queda totalmente disuelto.
De esta manera, no se quedarán grumos de azúcar sin disolver y no nos encontraremos estas manchas blancas en el resultado final.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios