Cada día encontramos más alternativas veganas a los productos de toda la vida aptos para el consumo de aquellos que llevan una dieta vegana o vegetariana.
Y sí, el queso también puede ser vegano. Parece una contradicción en sí misma, ya que hablamos de un producto lácteo, y la leche y la dieta vegana no casan, pero cada día conocemos más alternativas a la leche en el queso que además quedan deliciosas.
Para fundir, para derretir, como aperitivo, para espolvorear... hemos crecido rodeados de infinitos tipos y variedades de queso con los que hacer de nuestras recetas platos más deliciosos.
Ni que decir tenemos que se trata, muy probablemente, de uno de los ingredientes fetiches de gran parte de la población y aprovechamos para meterlo con calzador en cualquiera que sea el plato que están preparando.
Si sigues una dieta vegana es muy probable que uno de los primeros productos de los que te has tenido que alejar es del queso y del resto de lácteos, aunque, seguro que si buceas un poco por internet encuentras alguna que otra alternativa saludable.
La soja, una deliciosa alternativa vegana
Quizás no habías escuchado nunca lo del queso de soja, aunque tenemos que decirte que no es un invento de los últimos años. De hecho, el queso de soja comenzó a comercializarse en la década de 1980 pero con poco éxito.
Por aquel entonces los alimentos veganos no tenían una gran calidad ya que se trataba de productos con una textura plástica o cerosa, lo que se percibía como algo bastante artificial.
A principio de la década de los 90, en escocia, la marca de queso vegano Sheese se puso de moda, y la popularidad y la oferta de este alimento comenzó a crecer.
Con el paso de los años, el queso de soja ha ido evolucionando desde aquellas primeras pastosas opciones hasta, a día de hoy, quesos que prácticamente no se pueden distinguir del lácteo de toda la vida.
Ya sea porque eres vegano, intolerante a la lactosa o simplemente curioso, te proponemos una receta rápida de queso de soja, así que manos a la masa.
Queso de soja
Ingredientes
250 gramos de semillas de soja blanca
200 ml de zumo de limón
3 litros de agua
Elaboración
1- Ponemos a remojar la soja toda la noche en agua.
2- En una olla ponemos 3 litros de agua.
3- Añadimos a un vaso batidor la soja con un litro de agua caliente y licuamos.
4- Con un colador de tela para separar la pulpa de la leche.
5- Echamos la leche filtrada en una olla y la parte de la pulpa, llamada okara, la reservamos.
6- Añadimos la okara en un vaso batidor, con un litro de la leche que hemos sacado, y lo volvemos a licuar.
7- Pasamos otra vez la mezcla por el colador y separamos toda la leche en una cazuela y toda la okara en un tupper.
8- Calentamos la cazuela de leche a 80ºC y le añadimos el zumo de limón para que cuaje y lo dejamos reposar 30 minutos.
9- Forramos un molde de queso con un paño de algodón y vamos añadiendo con ayuda de un cucharón los cuajos del tofu.
10- Cuando se haya filtrado todo el agua, tapamos con un paño de cocina y le ponemos peso encima para que vaya escurriendo más agua y lo dejamos así 24 horas y ya podemos desmoldar.
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