Cinco errores que cometes y debes evitar cuando cocinas una sopa

Estamos en época de sopas y lo estamos aprovechando al máximo. Al frío todavía le queda por dar sus últimos coletazos y, aunque nos morimos de ganas por empezar a quitaros ya capas de ropa, también aprovechamos para seguir disfrutando de los platos de cuchara. 

Todos sabemos hacer un filete, pero se podría decir que los platos de cuchara son esos que aprendemos con los años de las recetas que llevan toda la vida en nuestra casa. El cocido de la abuela, la sopa de pollo de tu madre... Nunca nos saldrán igual de bien pero el caso es no dejar de intentarlo. 

A la hora de preparar sopas, para conseguir el mejor resultado tienes que tener en cuenta una serie de errores que todos cometemos y que deberíamos evitar. 

Cinco errores que todos cometemos

Aunque tengamos muy interiorizado eso de que debemos echar los ingredientes a la olla cuando empieza a hacer 'chup chup chup', lo cierto es que no siempre es así. Uno de los errores más comunes a la hora de preparar sopa de carne o de pescado es echar los ingredientes con el agua hirviendo, ya que, a medida que se va calentando el agua, los ingredientes van soltando su aroma y sabor de una manera más progresiva. 

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Uno de los factores más difíciles de controlar pero más clave a la hora de preparar la sopa es la proporción de líquido y caldo. Depende de la receta y la textura que queramos conseguir, claro está, aunque lo ideal son dos proporciones de caldo por una de sólido para poder decir que estamos ante una sopa. 

¿Y los ingredientes cómo los cortas? Otro de los errores más clásicos es cortar los trozos más grandes de lo que deberíamos, ya que cuanto más pequeños sean los ingredientes más cantidad de aroma soltarán en menos tiempo. 

La manera de salar -la sopa o lo que sea que estás cocinando- es otro de los puntos de inflexión a tener en cuenta. Tendemos a echar la sal al principio de la cocción, y en el caso de la sopa, al comenzar a evaporarse el agua vamos a perder cantidad de sal, por lo que se nos hará más difícil medir. 

Nos encanta el sabor del huevo, también en la sopa, aunque en ocasiones cometemos el error de echar el huevo a cocer al principio de la elaboración, lo que puede provocar que el huevo se corte o se cueza demasiado rápido.