Así son los tomates cosidos que se producen en Almería y se utilizan en Cataluña para el pan tumaca: "Tienen mucha pulpa y mucha agua"

Lo del pan tumaca o pan amb tomàquet ha traspasado todo tipo de fronteras. Este desayuno payés del que se tienen las primeras referencias a finales el siglo XIX nació casi como una receta de aprovechamiento y ha terminado siendo uno de los platos más populares en los desayunos de todo el país. 

A pesar de que la historia oficial de este plato señala Cataluña como su origen, existen otras versiones que aseguran que el pan amb tomàquet tiene sus comienzos en Murcia, y que fueron los trabajadores que se encargaban de la construcción del metro de Barcelona, de origen murciano, quienes a principio del siglo pasado llevaron este plato a la ciudad Condal. 

Sea como fuere, lo cierto es que no hay quien se resista a una buena rebanada de pan ablandada con el jugo del tomate y un chorrito de aceite, pero, ¿qué tomates se suelen utilizar para untar el pan tumaca?

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Seguramente -aunque sea en las películas- has visto hilvanar, coser y bordar todo tipo de tejidos, aunque, ¿has visto alguna vez coser tomates? Aunque en Níjar -Almería- se producen tomates de todos tipos y tamaños, solo estos, destinados a ser untados en pan en Cataluña, se cosen a mano con aguja e hilo. 

Tomates cosidos con destino Cataluña

"Este tomate es original de la zona norte de Castellón y sur de Tarragona y tiene como peculiaridad que se unta muy bien porque tiene mucha pulpa y mucho agua. Tiene el gen 98, que es larga vida, y antiguamente se cosía y se colgaba en las lacenas y duraba de una campaña para otra", asegura Jesús Martínez Gil, gerente y responsable comercial de Hortícola Los Machipolos sobre los tomates que produce esta empresa y que se cosen por el tallo formando ramos. 

Los Machipolos es una empresa familiar que hunde sus raíces en la pequeña pedanía nijareña de Huebro, en la que en la actualidad residen durante todo el año unas seis personas, pero donde gran parte de su producción se destina a tomates cosidos, que tienen como punto de llegada Cataluña. 

"Nosotros hacemos en torno al millón de kilos, y le tenemos mucho cariño a este tomate", aseguran desde la empresa, que estima producir 400.000 kilos más para la próxima temporada.