
Con la llegada de las altas temperaturas, comienza la temporada de ciertas frutas que, además, son de proximidad. Es el caso de las cerezas, un fruto que se produce de manera importante en España, sobre todo, en Extremadura con el famoso Valle del Jerte.
Sin embargo, a la hora de acudir a la frutería a comprar cerezas, es común que los consumidores encuentren carteles en los que se denominan 'picotas' en lugar de 'cerezas', sin poder apreciar muy bien la diferencia entre unas y otras.
La dificultad de diferencias las picotas de la cerezas, que no son lo mismo, es que existen muchas variedades de este fruto, que varían en color, en tipo de hueso o en estado de madurez, entre otras cosas.
Diferencias entre picotas y cerezas
En primer lugar, la diferencia más llamativa, visible y reconocible para los consumidores que acuden a la frutería a comprar este fruto es que las cerezas tienen rabito, mientras que las picotas no.
Además de esta característica que distingue los dos frutos, lo que hay que saber es que la picota es una de las variedades de la cereza, aunque se diferencian en otras cualidades que tienen que ver con el sabor o la textura, entre otras cosas.
Por otro lado, las picotas tienen un color más oscuro que las cerezas habituales, mientras que el tamaño de la cereza es mayor que el de la picota, como explican desde la DOP Cereza del Jerte. También hay que saber que el hueso de las picotas suele ser más grande y la piel más tersa.
Por último, algo que no se diferencia a simple vista y que constituye una gran diferencia entre la cereza y la picota es el sabor. La picota tiene "un sabor mucho más dulce e intenso".
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