El truco del papel de cocina para hacer que las frutas y los vegetales duren más

Un día que no te da tiempo a preparar comida, otro que terminas saliendo a cenar, otro que pides delivery... Y las frutas y verduras que tienes en el frigorífico viendo los días pasar. Nos ha pasado a todos. 

Vivir en ese equilibrio entre tener cuatro cosas en el frigorífico o llenar la nevera, pero que los productos frescos se terminen poniendo malos es muy complicado -y más si cocinas para una persona sola-. La carne, el pescado, el pan... muchos de los alimentos que tenemos por casa podemos evitar que se pongan duros o se estropeen simplemente metiéndolos en el congelador, pero no todo lo que tenemos a la nevera está preparado para sufrir este proceso. 

Aunque congelar los alimentos es posiblemente la manera más fácil y sencilla de conservar los alimentos es casa existe otro inconveniente, y es que puede ser que cuando quieras echar mano de esos alimentos se te haya olvidado descongelarlos y terminas acumulando cantidades de comida en casa.

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En el caso de las frutas y las verduras que las solemos conservar o dentro o fuera del frigorífico dependiendo de la temporada del año y de sus necesidades, conseguir alargar su vida es mucho más sencillo de lo que creías. Y para ello solo necesitas papel de cocina. 

Papel de cocina forrando la nevera

No es que lo del papel de cocina con las frutas y verduras sea arte de magia, se trata simplemente de algo bastante lógico. Las frutas y verduras al estar almacenadas crean humedad, y la humedad favorece la aparición de hongos. ¿Cómo solucionar este problema? Con papel de cocina. 

Seguro que tu frigorífico también tiene el típico cajón donde conservar frutas y verduras. Pues para conseguir alargar la vida de estos productos simplemente tienes que forrar ese cajón con papel de cocina, que se encargará de absorber la humedad que estos alimentos generen el tiempo que estén guardados. 

Lo ideal es cambiar el papel de cocina cada vez que vayas comprando frutas o verduras de nuevo y las metas en el cajón, es decir, a la medida que vayas consumiendo y comprando. 

Fácil y barato, ¿verdad? Apunta este truco para esas semanas que pisamos poco o por casa. O que se nos pasa por alto comer fruta y verdura. ¡Qué despiste!