Zipaquirá es una de las ciudades más antiguas de Colombia, situada en el interior del país. Conforma el segundo municipio más grande y poblado de la provincia de Sabana Centro y, además, guarda un impresionante secreto bajo tierra: la Catedral de Sal.
Una antigua mina de sal ha sido convertida en un centro religioso, la catedral subterránea más grande del mundo. Las salas, corredores y capillas de esta catedral están excavados en el corazón de la mina de sal, a 180 metros bajo tierra. Fue construida en la época precolombina, por el pueblo Muisca, que habitaba en la zona durante el siglo V a.C.
La sal, el bien más preciado de la antigüedad
Hace miles de años, para civilizaciones como la Muisca, la sal era una forma de moneda de cambio. Es un mineral con gran valor por su capacidad para preservar alimentos, que terminó por convertirse en un elemento fundamental del trueque y del comercio.
La excavación de minas como la de Zipaquirá permitió a los muiscas convertirse en una potencia cultural, económica y social gracias a su importante comercio de sal.
Actualmente, la mina de sal se ha convertido en una auténtica obra de ingeniería que se puede visitar para recorrer sus capillas y conocer la historia de aquellos mineros que, para protegerse de posibles desprendimientos de tierra mientras trabajaban, decidieron llevar hasta su interior a la Virgen de Guasá, la patrona de los mineros de Zipaquirá.
La única marca de sal extraída de la mina de Zipaquirá
Siglos después, la mina tiene ahora dos funciones al mismo tiempo. Por un lado, es un destino religioso y turístico, el más importante de la zona. Por otro, sigue cumpliendo su función como mina de extracción de sal, una explotación que se permite a una sola empresa.
Hablamos de la marca Mi Sal, una compañía 100% colombiana que tiene el monopolio de la sal extraída de la mina de Zipaquirá. La marca comercia con este valioso mineral, una sal refinada por cristalización que se obtiene de la misma área en la que se encuentra la catedral y que se utiliza tanto para su uso culinario como industrial.
La sal extraída de minas, llamada sal gema, tiene algunas diferencias con respecto a la sal marina. Además de su origen, la principal diferencia es que la sal extraída del mar tiene más probabilidad de contener microplásticos. La sal gema tiene un tamaño es mayor y su sabor algo más amargo.
Este tipo de sal funciona muy bien para adobar carnes y pescados, y sazonar guisos, sopas, salsas o ensaladas. Las opciones son infinitas y le dará una explosión de sabor a cualquiera de nuestros platos.
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