Por qué no deberías comer los alimentos de una lata de conservas abollada

Por qué nunca deberías comer los alimentos de una lata de conservas abollada
Por qué nunca deberías comer los alimentos de una lata de conservas abollada
Piotr Wytrazek / iStock
Por qué nunca deberías comer los alimentos de una lata de conservas abollada

¿Leyenda urbana o realidad? En todos los grupos de amigos siempre está el que mira y remira la fecha de caducidad y el aspecto del paquete antes de abrirlo, y el que demuestra un estómago todoterreno capaz de comer cualquier cosa y en cualquier estado. Y como casi siempre, en el punto medio está la virtud. 

Seguro que has escuchado eso de que, cuando te encuentras una lata que está abollada, no la puedes consumir o tienes que tener especial cuidado. ¿Qué tiene de cierto y qué tiene de leyenda?

Según explica Suki Hertz, profesora asociada de nutrición y seguridad alimentaria del Culinary Institute of America a Reader's Digest, todo depende del tamaño de la abolladura y del lugar en el que se encuentre, ya que las abolladuras menores que no estén en la costura del metal deberían estar bien, pero si hay una abolladura en la costura o en el borde, es mejor no consumir lo que venga en la lata. 

Depende del lugar

Cuando los alimentos se enlatan, se calientan para destruir bacterias y mohos peligrosos y desactivan las enzimas que descomponen los nutrientes de los alimentos a medida que envejecen, por lo que enlatar los alimentos evita que se echen a perder y que se contaminen con moho y bacterias.

¿Qué quiere decir esto? Que si encontramos una abolladura grande y está en la costura, ha roto la condición anaeróbica de la lata, por lo que han podido entrar patógenos, lo que podría causar una enfermedad transmitida por los alimentos.

Las abolladuras en los bordes no solo pueden romper el metal de la lata y exponer los alimentos del interior a los patógenos externos, sino que las abolladuras profundas también son motivo de preocupación.

¿Qué consecuencias puede tener consumir una lata abollada? Aunque se trata de casos extremos, pueden provocar botulismo, que es una forma de intoxicación alimentaria que ataca el sistema nervioso, cuyos síntomas incluyen visión doble, párpados caídos, dificultad para tragar y dificultad para respirar. Las latas con fugas y abultadas también pueden ser signos de alimentos enlatados vencidos. 

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