Es probable que, si hablamos de salsas, en tu casa siempre tengas al menos tomate frito, kétchup y mayonesa, y por ende, salsa rosa, este sencillo aderezo que se elabora mezclando mayonesa y tomate o kétchup y que es el complemento ideal para platos fríos.
Comercializada como salsa cóctel, la típica salsa rosa la podemos encontrar con otros nombres (y otros matices) en otros países del mundo, como por ejemplo en Argentina, donde se conoce como 'salsa golf'.
Aunque es de aspecto similar a la típica salsa rosa que todos hemos preparado alguna vez en casa, esta versión argentina tiene algunos matices que le dan mucho sabor: coñac y tabasco.
Una salsa ideada por un Premio Nobel
Existen cabezas pensantes que no pueden dejar de maquinar y de crear ni en los momentos de relax y desconexión, y se podría decir que de una de esas situaciones nació la salsa golf, cuyo autor es el Premio Nobel de Química argentino Luis Federico Leloir y que adoptó el nombre del lugar donde se inventó.
Corría el verano de 1925 cuando el entonces joven científico se encontraba en el comedor del Mar de Plata Golf Club almorzando con sus amigos mariscos acompañados con los aderezos tradicionales. Pero en la cabeza de Leloir existía un acompañamiento mejor que estaba a punto de crear.
Luis Federico pidió a los camareros si podrían facilitarle algunos ingredientes para crear una nueva salsa, a la que le echó mayonesa, kétchup, un chorrito de coñac y un poco de tabasco. El nuevo aderezo que utilizó para acompañar las gambas y con el que dejó con la boca abierta a los presentes.
En honor al Mar de Plata Golf Club, conocido como 'la catedral del golf', la salsa ideada por el químico Leloir fue bautizada como 'salsa golf', una receta más que forma parte de la cultura gastronómica argentina.
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